De entre los tratamientos de los que la odontología pediátrica en Vilafranca del Penedés se ocupa, hoy vamos a hablar sobre la apicoformación, un procedimiento dirigido a pacientes con dientes inmaduros (el 30% de afectación ocurre en niños), ya que son propensos a padecer caries o lesiones traumáticas.
¿Qué es la apicoformación?
Como hemos avanzado, la apicoformación es una técnica implementada en casos en los que el paciente presenta un diente inmaduro, es decir, en piezas dentales cuya raíz no se ha formado por completo, ya sea con motivo de un trauma o de una caries, pudiendo derivar en pulpitis (necrosis de la pulpa).
Ocurre cuando la anatomía del diente no admite la realización de un tratamiento endodóntico (endodoncia). Esto se debe al hecho de que el extremo de la raíz (ápice) permanece abierto y, por lo tanto, no permite el sellado completo del conducto con los materiales dentales habituales.
¿Por qué es tan importante este tipo de tratamientos?
Este tipo de intervención, muy similar a la endodoncia, es vital para compensar estas situaciones que perjudican a los dientes con ápice inmaduro. Pero ¿qué opciones para el tratamiento de la apicoformación podemos encontrar?
- Hidróxido de calcio (Ca(OH)2 ). Este es el medicamento de primera elección, tanto para proteger la pulpa, en pulpotomías, así como para el cierre apical. Se trata de uno de los tratamientos odontológicos conservadores más utilizados, especialmente en el caso de las endodoncias, por su acción bactericida y antifúngica. Entre otras bondades, estimula la remineralización de la dentina y la cicatrización de los tejidos.
- Trióxido agregado (MTA), un agregado mineral que favorece la formación de hueso y cemento, y puede facilitar la regeneración del ligamento periodontal sin provocar inflamación.
- Biodentine. Este material bioactivo con propiedades similares a la dentina, es muy eficaz para reparar el tejido pulpar.
¿Cómo se lleva a cabo?
El primer paso es la limpieza de los canales abiertos, donde suelen acumularse agentes infecciosos. A continuación, se rellena la cavidad con el material requerido, creando una barrera que evite la apertura del ápice. Este material será temporal y se volverá a rellenar cada cierto tiempo con el objetivo de favorecer el desarrollo efectivo de la raíz.
Posteriormente, cuando diente y raíz están en buen estado, los especialistas aconsejan realizar una endodoncia para sellar la raíz definitivamente y evitar complicaciones futuras.
Con todo, lo que realmente importa es que tras el tratamiento de la apicoformación, se programe un seguimiento continuo y un correcto mantenimiento, pues los conductos son propensos a infectarse de nuevo por la debilidad de la raíz.
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